jueves, 30 de diciembre de 2010

Fumando un cigarro

Abro el paquete que, como siempre, encierra los deseos y desesperaciones de un vicio ya duradero, que me llama cada vez que llevo demasiado tiempo separado.

Y toco tu papel suave que envuelve ese maraña de filamentos naturales, marrones, secados por el tiempo y el sol, para envolverlo con mis dedos e intentar poner firme el resultado en una única dirección. Y te aprieto con mis manos para que te sientas fuerte.

Enciendo el principio esperando poder consumir todo tu interior, pero no obtengo más que humo en mi lucha. Cada vez que intento absorberte sólo consigo dolor en mi pecho. Y tos! Alguna vez toso como llanto a la salud que se consume.

Intento fumarte sin filtros para sentir todo tu ser... pero cuanto más fuerte aspiro, más humo consigo.

Así es mi cigarro, así eres tú, así es tu cuerpo...