Quién oliera entre tus brazos
tu perfume de cuello desnudo...
Quién rozara tu piel y tu pelo
sin esperar un futuro juntos.
Quién te haría llorar
por el sentir de una caricia...
Quién te supo amar, quién te supo odiar
y quién te quiere todavía...
Quién pudiera alcanzar la estela
que dejas en tu huida,
quién pudiera catar el sabor del saludo
y olvidar la despedida...
Quién pudiera recordarte como un sueño
y quién pudiera olvidarte de por vida...