viernes, 2 de septiembre de 2011

Cuánto pesan mis alas

Las alas sirven para volar,
pero dios! cuánto me pesan...

Un día pedí libertad,
pero la libertad no me recuerda
pues he estado atrapado en tu jaula,
jaula que ahora me anhela
y que de alguna forma me sigue atrapando.

Día tras día, abriste la puerta,
pero no quise alzar el vuelo,
pues en aquel rincón,
donde tenía mi alpiste, mi cal, mi corazón,
era suficiente si me querías, si te quiero.

Pero en lugar de limpiar día a día,
pusiste un papel que acumulaba
cada deshecho de una vida normal:
Ya no quiero saltar entre heces del pasado.

Y no me dejaste ver el cielo...
no supiste cuánto necesitaba, qué necesitaba...
Quería sentir el viento,
quería un amanecer asomado desde la playa,
quería que volaras conmigo,
pero no entendiste la canción
que entonaba cada mañana...

Y ahora, volando hacia ningún lugar,
saltando de jaula en jaula,
sintiendo el viento y viendo el cielo,
comiendo alpiste en otras moradas,
admirando amaneceres en la playa,
hemos comprendido nuestros anhelos,
pero ya es tarde, mi amada.
Escucha mi canción matutina de nuevo,
siente cómo se apaga durante el vuelo,
siente cómo se atenúa en la distancia...

¿Que si quiero volar?
Sí, pero cuánto pesan mis alas....

2 comentarios:

esaotra dijo...

Pesan demasiado a veces, sí... Pero hay que sacar fuerza de donde sea y seguir volando... Aunque triste, me ha gustado mucho.

@cafetemplado dijo...

No te quejes del peso de tus alas, algunos ni siquiera las tenemos, y quizás anhelemos volar mas que aquellos que las tienen.