miércoles, 15 de octubre de 2008

Todo final tiene un principio



Debería decir algo así como: me alegro de volverte a ver...
Puede que preguntar simplemente: Qué te ha pasado?
Da igual... para ninguna de las frases hay un comentario correcto.

Y aunque lo haya, puede que vuelvas a casa preguntándote si hubiera sido mejor haber dicho otra cosa. O hecho... o pensado. No importa... o sólo a ti. Contradicción.

Contradicción como tu misma vida... que si nunca serás un hombre gris, que si nadarás contracorriente, que no serás un muerto viviente...
¿Recuerdas?

Ni siquiera te salen las palabras que escribiste hace años en un cuaderno transparente con la imagen de hoy, pero como un espejo que refleja tu imagen del pasado. La imagen deslumbra, o no, o simplemente apartas la vista para no mirar.
¿Te has quedado en aquellas palabras?

Me dijiste: andaré con la cabeza bien alta, seguro de mi mismo, arrollador, marcando el paso. Y te creí, y me lo sigo creyendo. Debe ser cuestión de fe.

Y te comprendo. Todos acabamos sometidos a la corriente del río. Pero algunos dejamos de nadar... y eso nos ahoga poco a poco.

Tal vez debería decir algo así como: Juan, encantado de conocerte... o tampoco.

1 comentario:

@cafetemplado dijo...

Cuando flaquean las fuerzas, no es necesario nadar contra corriente, puedes hacerlo hacia la orilla y sobrevivir.