viernes, 18 de junio de 2010

Andando de espaldas


Sol, muere ciego inútil que mis ojos ya no ven.
Sombra, penumbra sutil que alumbra un triste ser
y niebla,
Niebla que desvanece un árbol ya sin ramas
y tiembla,
si por vivir pereces y por perecer te matas.
Siente miedo,
Por asco vomito el alma,
Pero llora, llora y sangra.
La verdad no ha existido,
Mis nauseas se degradan entre sudor que apesta.
Tengo que odiar, como crece un mal nacido,
Que por sangre, la robada y por amar, detesta.
Y sueña,
Sueña que eres otro para escupir tu propia cara,
tu propio cuerpo.
Y duerme,
Pues de tu vida no eres dueño y
te has vendido a sus miradas.
Y abandonado en la estación,
Como un perro si collar, sin rabo y sin patas.
Y huye con desilusión y dolor como equipaje:
Sí, una sola maleta, ya tengo bastante…

1 comentario:

Unknown dijo...

Plas, plas, plas (aplausos!).
No te has ahogado...compañero!!!